viernes, 20 de junio de 2008

Violencia Intrafamiliar




En Panamá la mayoría de los casos de violencia doméstica se efectúan contra las mujeres, y la mayoría de las veces los agresores son los cónyuges. Pero si vamos a la raíz del problema podremos darnos cuenta que esos hombres maltratadores, en algún momento fueron niños o jóvenes violentos que nunca aprendieron a controlar su ira y que por el contrario cultivaron los aspectos negativos de su personalidad.




La violencia doméstica es un acto de abuso de poder, discriminación y constituye una violación a los derechos humanos.La Ley 38 de 10 de julio de 2001, define la Violencia Doméstica como: " El patrón de conducta en el cual se emplea la fuerza física o la violencia sexual o psicológica, la intimidación o la persecución contra una persona por parte de su cónyuge, ex cónyuge, familiares o parientes con quien cohabita o haya cohabitado, viva o haya vivido bajo el mismo techo o sostenga o haya sostenido una relación legalmente reconocida, o con quien sostiene una relación consensual, o con una persona con quien se haya procreado un hijo o hija como mínimo, para causarle daño físico a su persona o a la persona de otro para causarle daño emocional" .En nuestra sociedad se ha convertido en un hecho cotidiano, "natural", casi desapercibido y que afecta a las familias sin discriminación de clase social, edad, raza o religión.




A todos, hombres y mujeres, se nos enseña a ser violentos y agresivos, ¡y lo somos! solo así sentimos que podemos demostrar que somos valiosos, productivos y dignos de respeto”, explica Eugenio Menéndez, psicólogo del Centro de Apoyo a la Mujer Maltratada (CAMM)


El CAMM es una organización no gubernamental sin fines de lucro, fundada en 1994 por la legisladora Gloria Young en el distrito de San Miguelito, y tiene proyección nacional. Este grupo de profesionales ayuda a los afectados, principalmente mujeres, con asesoría legal, servicios de trabajo social y salud mental.



Tomado de: Ellas Virtual del viernes 19 de noviembre de 2004

lunes, 16 de junio de 2008

¿Qué puedo hacer?

Si usted es víctima de la violencia intrafamiliar considere este como un paso más para salir de la situación en que se encuentra. Si ha tomado la decisión de detener la violencia, tenga confianza, repita y convénzase de que no existe razón o excusa para justificar que se cometan abusos en su contra pues nadie merece ser maltratado, no importa que haya hecho. Recuerde que usted merece paz, felicidad, libertad, justicia y toda la ayuda necesaria.
La siguiente información ha sido seleccionada por su relevancia de acuerdo al perfil de víctimas en busca de ayuda, orientación y apoyo emocional, jurídico y médico. Sin embargo le invitamos a que, luego de revisarla, recorra y se informe en el resto del sitio.
A través de la selección se busca, en primer lugar, que se interiorice sobre los conceptos relativos a la violencia intrafamiliar, identifique la categoría en la que se encuentra y la forma en la que esta se manifiesta hacia usted. Esto le permitirá adquirir una base teórica necesaria para el esclarecimiento del fenómeno y la comunicación a terceros (amigos, asistentes sociales, médicos, policías, etc.) de la situación que sufre.
En segundo lugar se busca que conozca todas las posibles consecuencias y efectos de la violencia así como su naturaleza cíclica, esto le permitirá establecer claramente que la violencia no se detendrá por si sola, que de no mediar una intervención los resultados pueden ser aún más graves y que, por lo tanto, salir de la situación en que se encuentra es imperativo.
Finalmente se busca que se interiorice de las acciones que puede tomar para minimizar los riesgos y se informe de los derechos que posee según la legislación vigente ya que el proceso para escapar de la violencia intrafamiliar requiere necesariamente de una etapa legal, la cual se inicia con la denuncia de los hechos.
Tomado de:http://www.violenciaintrafamialiar.org

domingo, 15 de junio de 2008

¿Cómo prevenirla la violencia intrafamiliar?


Está alerta!!Es posible observar algunos signos en determinadas etapas de nuestra relación de pareja.


Chicas presten atención a estos aspectos:




  • En el noviazgo
    Últimamente son frecuentes las noticias de mujeres heridas o golpeadas, inclusive muertas, por sus esposos. Las que han buscado ayuda han reconocido que desde la época de sus noviazgos aparecían detalles que al pasarlos por alto no les permitieron darse cuenta de lo que vendría después.
    Cuando uno se enamora suele ver todo "color de rosa". La figura de la otra persona aparece ante nuestros ojos como perfecta. Si le vemos algún pequeño defecto, corremos inmediatamente a buscar una justificación o lo vemos como un asunto pasajero.


  • El excesivo control de nuestros actos
    Si él, por ejemplo, llama constantemente al trabajo o a la casa para saber qué está haciendo ella, se toma como un signo de amor y de preocupación hacia la mujer amada. Si se enoja porque llegamos 10 minutos tarde a la cita, lo atribuimos a un exceso de responsabilidad y puntualidad. Muchas veces no es hasta que se ha establecido el matrimonio que comenzamos a darnos cuenta quién es realmente la persona que tenemos al lado y nuestra primera sensación es la de habernos casado con un extraño al escuchar frases como ¿a dónde vas?, ¿con quién?, ¿por qué?, ¿vas con esa ropa tan provocativa?, ¿a qué hora regresas?, ¿lo saben tus padres? ¿esa amiga yo la conozco?, ¿dónde vive? Y otras que nos parecen puro interés amatorio pero que luego se convierten en motivos de gran ansiedad


  • El afecto para ellos no es compartible
    La primera etapa pudiera decirse que transcurre fundamentalmente en ese tipo de control posesivo. Es importante observar cómo reaccionan ante el amor que podemos sentir hacia otras personas. A ellos les molesta en demasía el cariño hacia familiares, amigos e hijos. Los celos de este tipo prácticamente aparecen en todos los hombres violentos. Es por eso que el nacimiento de los hijos desemboca muchas veces en episodios violentos. Ellos sienten que ya no tienen todo el cariño, que el bebé se lleva la mayor parte, que están desatendidos y por lo general, son incapaces de manejar adecuadamente la situación. Desean todo nuestro tiempo, pensamientos y devociones para estar seguros de nuestro afecto.


  • ¿Conociste bien a su familia de origen?
    Es muy importante conocer a la familia del futuro esposo y cómo transcurrió su infancia. Los hombres violentos en su mayoría proceden de hogares donde eran comunes las discusiones, insultos, desvalorizaciones, roturas de objetos, golpes, etc. No todas las personas que tuvieron un hogar así son violentas, pero existen muchas posibilidades de que repitan el modelo familiar cuando establezcan sus propias familias.
    La violencia no siempre tiene que ver con los golpes. Las descalificaciones, desvalorizaciones e insultos son síntomas que indican la presencia del fenómeno. Frases comunes son: "Así no se hace eso", "Déjame a mí que tú no sabes", "Eres muy lenta", "Cállate, no seas tarada"


Cualquier tipo de manifestación de violencia puede convertirse en otra. A medida que avanza la relación, de los insultos se puede pasar a romper objetos, de eso a los golpes y si no hay una detención del problema se puede llegar hasta la muerte.


Tomado de :http://www.psicologia-online.com/colaboradores/paola/violencia/index2.shtml


Por Paola Silva F. – Psicóloga

La violencia doméstica: Un mal sobre el cual es difícil hablar



¿Qué constituye violencia?
¿Es simplemente darle golpes a una persona? También la violencia psicología nos ha dado una nueva visión del ser humano y de sus necesidades psicológicas. Ahora sabemos que hay otro tipo de violencia que también hace daño a las personas: la violencia psicológica o verbal.
Destruir la autoestima de una persona sistemáticamente mediante críticas, desprecios, abandono o insultos; también son formas de violencia. No cabe duda de que a veces los golpes al espíritu son mucho más dañinos que los golpes al cuerpo y dejan heridas más profundas. Las víctimas de este tipo de violencia por lo general continúan sufriendo calladamente y por eso no reciben la ayuda que tanto necesitan. Una persona golpeada en su cuerpo puede mostrar las heridas y recibir ayuda. Sin embargo, la que es golpeada sistemáticamente en su psiquis, en su espíritu, no tiene heridas físicas que mostrar al mundo para poder pedir ayuda. Como este tipo de abuso o violencia doméstica ocurre mayormente en la privacidad del hogar, generalmente pasa desapercibido, a veces durante muchos años. Por añadidura, generalmente la violencia verbal o psicológica precede a la física.
Cuando a la mujer se le coacciona para que aborte (lo cual constituye violencia también contra una criatura inocente que no ha nacido), utilice peligrosos anticonceptivos y abortivos o se practique la dañina esterelización; todos estos también constituyen actos de violencia.



¿Por qué permanecen muchas mujeres en una relación abusiva?
Las víctimas del maltrato verbal muchas veces piensan que éste no es lo suficientemente grave como para tratar de hacer algo para impedirlo. Algunas temen que no les creerán si denuncian al abusador, pues a menudo éste goza de una buena imagen pública. Las que están siendo golpeadas tienen miedo a las represalias por parte del agresor ya que a menudo éste amenaza con matarla. Otras temen enfrentar la vida solas o simplemente no tienen los medios para hacerlo. A veces alguien que la víctima respeta le dice que debe permanecer en esa relación abusiva "por el bien de sus hijos". En el caso de la mujer del alcohólico o drogadicto, ella es una codependiente de su esposo o "compañero" y la codependencia es una enfermedad emocional que requiere tratamiento de un psicólogo o psiquiatra. Todas estas mujeres tienen en común una baja autoestima y una incapacidad para poner límites porque vienen arrastrando problemas emocionales desde su niñez. A menudo la raíz de la violencia doméstica tanto para las víctimas como para sus victimarios, es el vacío afectivo. O sea, la falta de amor y atención en su niñez.
En los hogares disfuncionales en los cuales un cónyuge maltrata al otro, es común el maltrato a los niños. Constituye violencia no sólo el darles fuertes golpes, sino también gritarles, menospreciarlos, castigarlos excesivamente o negarles la atención, la aceptación y el amor que son tan imprescindibles para su desarrollo emocional y social. También es un acto de violencia en el caso de los padres divorciados, el hablar mal del ex-cónyuge delante de los hijos o utilizarlos para hacerle daño al otro.
Lamentablemente, cuando una mujer está siendo víctima de cualquier tipo de violencia por parte de su esposo o "compañero", está tan enfrascada en defenderse que a menudo no puede darse cuenta del daño que también están sufriendo sus hijos. A veces permite hasta los maltratos físicos o verbales a éstos por parte del padre o padrastro, porque se siente incapaz de detenerlos ni siquiera en lo que respecta a sí misma.
Los casos de violencia doméstica o intrafamiliar abundan. Es algo que puede sucederle y en verdad a veces les sucede a personas que se consideran religiosas, porque se trata de una enfermedad psicológica que debe ser tratada.